Archivo de octubre 2019

Pongámonos primero en antecedentes, año 1965 Gordon Moore cofundador de Intel realiza la siguiente predicción, basada en una extrapolación de la observación, según la cual la computación aumentaría de manera radical en términos de potencia y disminuiría en términos de costo, a un ritmo exponencial.

Esta predicción conocida como «Ley de Moore», se ha cumplido desde entonces en la industria de la electrónica y ha supuesto la base principal para la innovación.

El auge y la posibilidad de la digitalización se deben de forma directa al avance exponencial que ha experimentado la industria que ha aplicado de forma intensiva los beneficios de la tecnología de computación cada vez más inteligente y omnipresente.

Ejemplo para poner en perspectiva el avance sufrido en la tecnología de procesamiento:

“En 1978, un vuelo comercial entre Nueva York y París costaba cerca de 900 dólares y tardaba 6 horas. Si los mismos principios de la ley de Moore (que se han aplicado a la industria de los semiconductores desde 1978) se hubieran aplicado a la industria de la aviación comercial, hoy ese vuelo costaría cerca de un centavo de dólar y habría tardado menos de 1 segundo en realizarse.” Wikipedia

La inteligencia competitiva también se debe de aprovechar de este aumento de potencia de procesamiento para facilitarnos los procesos de vigilancia y captación de información.

Si miramos con retrospectiva a nuestra primera versión de Innguma de hace 10 años y la actual nos damos cuenta cuanto ha impactado la capacidad de procesamiento. Hoy en día la generación de información es gigantesca además de generarse en multitud de canales y formatos diferentes. Más información requiere de más capacidad de procesamiento algo que sabemos y que aplicamos en Innguma.

Hace 15 años teníamos torres de papeles con patentes, hoy las capturamos de Bases de datos en tiempo real. Hace 15 años nos leíamos el BOE, hoy lo filtramos en tiempo real. Hace 15 años leíamos 3 periódicos, hoy procesamos más de 200 de diferentes países y más 7.000 noticias diarias en tiempo real. Hace 15 años no existían muchos canales de generación de contenido…. Facebook 2004, Youtube 2005, Twitter 2006, Instagram 2010… Hoy los procesamos todos en tiempo real.

Si no usamos tecnologías y sistemas como Innguma, que se adapten a los nuevos tiempos y evolucionen de forma continua para ayudarnos a procesar la información externa que afecta a la empresa, es imposible ser competitivo. Estamos en un entrono tan dinámico y cambiante en el que un solo tweet puede hacer variar la cotización de una acción en en bolsa.

¿Te vas a arriesgar a no tenerlo bajo control?

A pesar del constante desarrollo siguen existiendo países en los que la falta de alimentos es un problema grave y no se consigue buscar una solución global que dé respuesta a esta cuestión. En países de Europa, América y Asia ha crecido la tendencia donde la alimentación saludable se ha convertido en un estilo de vida y el consumidor está dispuesto a pagar más por disfrutar de un producto local, ecológico y presentado con delicadeza. Los consumidores empatizan con los valores “bio”, ya que se consideran más éticos y beneficiosos. Todo este movimiento viene dado por la sensibilización sobre la salud y cambio climático. Aunque nada más lejos de la realidad, este tipo modelo productivo no es sostenible para abastecer las necesidades de toda la población. Todo este ecosistema de cambio propicia una gran investigación por parte de las empresas para ofrecer productos, así como cambios de legislación en cuanto a seguridad alimentaria. Por todo esto, la Inteligencia Competitiva juega un factor relevante en el sector alimentario.

Acercando la realidad de este sector a nuestro entorno y día a día es importante poner en valor toda la cadena de alimentación. Desde los investigadores hasta los distribuidores realizan grandes esfuerzos por estar a la última y satisfacer de la mejor manera posible las demandas de los consumidores. Día a día somos más exigentes en cuanto a calidad y plazos. Esto obliga a estar con la mira puesta en varios frentes, lo cual exige establecer sistemáticas eficientes para vigilar lo que está ocurriendo en el entorno y actuar con agilidad.

Inteligencia Competitiva online y offline

En eventos como Food4Future podemos encontrar novedades e ideas del rumbo que está adquiriendo el sector alimentario en cuanto a tecnología, investigación, producto, embalaje o salud entre otros ámbitos. Por ello, participar en este tipo de eventos es realmente importante para ver las tendencias y buenas prácticas de otras empresas, complementando la labor que se hace a través de la Inteligencia Competitiva.

En Innguma tenemos amplia experiencia trabajando con empresas de toda la cadena de valor de la alimentación. Desde equipos de investigación alimentaria, fabricantes de maquinaria de embalaje, productores cárnicos y vinícolas, distribuidores hasta restauradores. Todos ellos son conscientes de la importancia que tiene estar atentos ante lo que ocurre. Cuanto antes se identifiquen los cambios antes se puede actuar y reducir el riesgo de cometer graves errores en algo tan delicado como la alimentación y salud.

La presencia de Innguma en este sector es muy amplia. Por ello, agradecemos a todos nuestros clientes la confianza demostrada, mientras tanto en Innguma seguiremos trabajando para ofrecer el mejor software de Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica para el sector alimentario.

Con esta mentalidad y con la mirada puesta en el futuro afronta estos retos el Grupo Saesa. Sus negocios principales están en la distribución y transmisión eléctrica y en menor medida en el de la generación. El grupo está organizado bajo una estructura operacional descentralizada y gestión centralizada, que permite a las empresas operativas mantener su presencia y cercanía con los clientes en las distintas zonas de concesión y facilitar la generación de nuevas alternativas de negocios dentro del giro eléctrico.

Bajo el marco económico y tecnológico cambiante, las empresas del sector deben disponer de la más correcta y completa información para que las decisiones se tomen con la menor incertidumbre posible. Cabe destacar que para empresas como SAESA, es importante establecer sistemáticas de Inteligencia Competitiva que les permita desarrollar el proceso eficientemente y con garantías.

Entre las tecnologías que implicarán mayores cambios en el sector energético, están el Blockchain e Inteligencia Artificial, la gestión de los datos o las energías renovables. Sin embargo, los hábitos de consumo también están cambiando, por lo que el reto será satisfacer las necesidades de los usuarios siendo las citadas tecnologías el medio que facilitarán la transición del modelo actual al que está por venir.

Durante el proceso de implementación, la organización ha contado con la ayuda del equipo de D&W Solutions, nuestro partner en Latinoamérica. Julián Acosta destaca que hoy en día son más las empresas del rubro energético, que al igual que SAESA, buscan entender cómo el mercado y la tecnología están generando nuevos modelos de negocio a los cuales es necesario anticiparse para no quedar fuera. Desde Innguma agradecemos al equipo de D&W Solutions y Saesa por la confianza demostrada en nuestro software.

Los autores plantean que a través de un proceso que se desarrolla en espiral, el conocimiento creado por cada persona se convierte en conocimiento organizativo, el cual permitirá a la empresa ser más eficiente y ágil en la toma de decisiones consiguiendo reducir la incertidumbre. El conocimiento explícito es aquello que puede ser articulado, codificado y almacenado en algún tipo de medio, mientras que el conocimiento tácito es aquel que sólo se obtiene con la experiencia y que se comunica de manera indirecta.

Cabe destacar, que el conocimiento se trasmitirá a través de las nuevas generaciones en forma de conocimiento explícito, quienes a su vez sumarán conocimiento tácito y de esta manera la organización seguirá sumando su conocimiento a lo largo del tiempo. Sin duda, una de las claves está en cristalizar el conocimiento tácito en conocimiento explícito para su trasmisión.  

Asimismo, la teoría plantea que existen dos dimensiones, la epistemológica y la ontológica. En la primera, conviven los conocimientos citados previamente mientras que la segunda indica la expansión del nivel de conocimiento (individual, grupal, organizacional e inter-organizacional).

Dentro de este marco, la Inteligencia Competitiva es parte activa del proceso ya que permite abordar las tres principales funciones de las organizaciones creadoras de conocimiento:

• Generar nuevo conocimiento: La búsqueda de las noticias de diversos ámbitos, permite generar conocimiento a cada individuo o analista.

• Difundirlo en la empresa: Mediante herramientas software, las noticias filtradas en base a los Factores Críticos de Vigilancia permiten la difusión de dicha información explícita la cual una vez sea compartida mediante boletines o informes estará generando conocimiento de forma exponencial.

• Incorporar aprendizajes al negocio: Una vez esta información se esté trasmitiendo a los distintos órganos de desarrollo, bien sean tecnológicos o de negocio, estaremos incorporando aprendizajes y facilitando la toma de decisiones. Mientras tanto, los resultados de las decisiones llegarán y permitirán seguir acumulando conocimiento tácito que después pasará a ser explícito y así constantemente.

No cabe duda de que la Inteligencia Competitiva lleva aplicándose durante muchos años y son diversas las teorías que abalan su retorno. En este caso hemos visto cómo la Inteligencia y Vigilancia son parte activa dentro de las organizaciones creadoras de conocimiento debido a las facilidades que aporta disponer un sistema capaz de capturar, diseminar y almacenar información explícita. 

Como explican en este artículo de Kpmg Tendencias, el diseño estratégico de los planes se asemeja más a un ejercicio de entendimiento del presente, que a una proyección de futuro. Destacan que, para asegurar el éxito, la estrategia debe acompañarse de un esfuerzo por construir resiliencia ya que estar preparados para ello, reduce el daño y permite una recuperación más rápida. Resumimos el artículo en los siguientes aspectos a los que añadimos la perspectiva de la Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica: 

• Flexibilidad y adaptabilidad: Conocer cuáles son las tecnologías, productos y servicios que están generando cambios y trabajar el camino hacia dicha transición será un elemento clave. Para ello, hay muchos factores que se deben tener en cuenta y cuanto más grande sea la estructura, la dificultad para reponerse ante las nuevas irrupciones es mayor. Ya casi es mítico el ejemplo de cómo un gigante como Blockbuster murió por no saber adaptarse a los negocios incipientes y no querer aceptar un cambio en su modelo de negocio. Hoy en día Netflix domina el mundo del entretenimiento audiovisual porque supo entender cómo evolucionaría el mercado, la tecnología y lo usuarios.

• Información actualizada y compartida entre perfiles multidisciplinares: Lo cierto es que no todas las empresas cuentan con mecanismos que les permitan capturar la información de forma sistemática y estructurada, lo cual impide tejer una red de conocimiento entre los distintos perfiles que colaboran en los proyectos. Compartir la información actual en distintos foros de la empresa, aportará un punto de partida sobre el que construir una opinión y tomar decisiones bajo el mismo criterio. En esta línea, cabe destacar que la capacidad de innovación se multiplica en el proceso con personas de distintos conocimientos y distintas formas de pensar.

Al fin al cabo, las crisis y la irrupción de nuevas tecnologías no se puede evitar, pero se pueden limitar los daños causados y ponernos a la cabeza de un cambio que la competencia no ha captado. Asimismo, enfrentar estos cambios un paso por delante de la competencia, nos permitirá tener una ventaja competitiva diferencial para abordar los nuevos retos que afrontaremos durante los próximos meses. Finalmente, es importante recalcar la idea de que la Inteligencia Competitiva es ofrecer la información correcta, en el momento correcto a la persona correcta. Como decía Albert Einstein “En medio de la dificultad reside la oportunidad”.