¿Cuánto valen tus datos?

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Hace unas semanas conocíamos que el Instituto Nacional de Estadística iba a rastrear millones de teléfonos móviles durante unos días. Curiosamente, la noticia alarmo a parte de la población y generó mucha inquietud, pero la verdad es que cedemos nuestros datos de forma “gratuita” a todo tipo de aplicaciones y servicios sin preocuparnos en muchas ocasiones. Como es bien sabido, estamos en la era de los datos y son el nuevo petróleo, con lo que estamos en el momento de considerar si ceder información a cambio de disponer una red social, disfrutar de promociones o sorteos, merece la pena.

Muchas personas dicen que no tienen nada que ocultar y que mientras esos datos se utilicen para segmentar mejor la publicidad y ofertas, no lo consideran malo. Sin embargo, el uso de los datos no se limita a estos dos campos, ya que son muchos los usos que se le ofrecen, no sólo desde el ámbito privado, sino que también desde el ámbito público como ha quedado en evidencia. Otro de los casos sonados recientemente fue el de FaceApp, debido a que la empresa podía utilizar todos los datos para vender a terceros sin compensar de ninguna manera a los usuarios.

Con el objetivo de ofrecer suficientes garantías, la Agencia Española de Protección de Datos, ha publicado una guía y notas técnicas entre las cuales detalla cómo deben proceder los responsables de los tratamientos respecto a la anonimización de los datos. Una de las guías que detalla el grado de preservación de la anonimidad es la K-anonimidad y este grado representa lo fácil o difícil que podría llegar a ser revelar nuestra identidad más allá de los números. Para entender con mayor detalle y solventar las dudas en este sentido, recomendamos acudir a la página web de la agencia o leer la “Guía para el ciudadano”.

A pesar de todo, la mejor práctica que podemos ejercer para proteger nuestra privacidad y tomar mejores decisiones, será leer los términos y condiciones antes de aceptarlo directamente, ya que el uso de los datos no puede ser distinto al motivo que causó la recolecta de los mismos. Asimismo, recomendamos no compartir la ubicación con todas las aplicaciones y configurar la privacidad de todas las aplicaciones y servicios.

Nadie está exento de ser vigilado, ni las personas ni las empresas. Extrapolar estos casos a la inversa al mundo empresarial es algo más complicado, ya que la compraventa de información de empresas puede estar en la línea roja para cometer una infracción. Sin embargo, todas aquellas empresas que dispongan de un sistema de Vigilancia Tecnológica contarán con una ventaja competitiva respecto a los que no lo hagan, ya que no hay nada mejor que decidir, pero decidir con información, decíamos al comienzo que estamos en la era de los datos y los datos son petróleo.