La aptitud para resolver problemas es una habilidad interpersonal que será necesaria desarrollar para afrontar con garantía los momentos de fuertes cambios que llegarán durante la próxima década. No cabe duda de que el Covid-19, ha sido el detonador para que comience el camino hacia una transición más responsable ecológica y socialmente. En las siguientes líneas trataremos de dar algunas claves para saber cómo resolver problemas a través de la Inteligencia Competitiva.
Alcanzar los conocidos objetivos ODS se está convirtiendo en una de las prioridades de todas las naciones y multinacionales, quienes marcan las tendencias que el resto adoptarán poco a poco. Todos estos cambios requieren de una estrategia donde los clientes y usuarios estarán el centro y estas megatendencias serán las que definan en gran manera su comportamiento.
Why, how, what
Siguiendo los pasos adecuados evitaremos tomar las decisiones equivocadas, las cuales a menudo llegan por desinformación y toma de decisiones precipitadas. Haciendo referencia a la teoría del “círculo de oro” de Simon Sinek, piensa en por qué quieres abordar el reto, cómo lo vas a hacer y finalmente qué vas a hacer para alcanzarlo.
Ahora es el momento de buscar soluciones y el primer punto es capturar toda la información posible sobre el problema y situación. Para ello, podemos mirar hacia atrás y buscar estudios o análisis de problemas similares previamente publicados para buscar ejemplos esclarecedores en otros sectores o competidores. Sin embargo, la estrategia se traza con vistas a futuro y será imprescindible capturar la nueva información de forma automatizada para no tener que afrontar lentos y costosos procesos de búsqueda de información.
Ventajas competitiva que ofrece un software
Si cuentas con un equipo, intenta controlar el entorno y compartir noticias a través de un software de Vigilancia Competitiva. Poner en marcha un sistema de Inteligencia basado en software, permitirá abarcar muchas más fuentes de información y filtrar los resultados de forma más rápida. Así conseguirás una automatización de información pública a gran escala. Asimismo, tener un único repositorio donde almacenar toda la información, permitirá tener acceso rápido y actualizado para el resto de los miembros del equipo. Todo ello incurrirá en un ahorro de tiempo para planificar la estrategia, aumentando el rigor y seguridad. Finalmente, se podrán explotar datos y enviar boletines para mayor difusión del conocimiento.
A medida que la información facilite el florecimiento de ideas, es momento de organizarlas y detallar la hoja de ruta. Para ello, es recomendable cristalizar las ideas en un mapa de prioridades. Esto nos ayudará a clasificar las ideas en las que deberíamos invertir los esfuerzos. Dibuja un eje vertical (Impacto) y otro horizontal (esfuerzo) e imaginaremos 4 partes;
- Mucho impacto, poco esfuerzo: Identificarlos y trazar el plan para ejecutarlo ayudará a obtener resultados rápidos, por lo que deberían ser los primeros de la lista.
- Mucho impacto, mucho esfuerzo: Estos retos marcarán el horizonte y serán el principal objetivo estratégico a medio – largo plazo.
- Poco impacto, poco esfuerzo: Abordaremos estos objetivos cuando sobre tiempo, ya que al tener poco impacto pierden prioridad.
- Poco impacto, poco esfuerzo: Todos los objetivos que se clasifiquen dentro de este cuadrante quedarán descartados directamente.
Finalmente, cabe enfatizar que por muy bien planificada que esté la estrategia, la situación puede cambiar en poco tiempo y con ella el plan. Esta será una de las ventajas competitivas más importantes que aportará tener una sistemática de Inteligencia Competitiva y Vigilancia Tecnológica respecto a los competidores que tengan un tiempo de reacción menor.